miércoles, 14 de noviembre de 2012

APOLO


Apolo era hijo de Zeus y de Latona. Era hermano gemelo de Artemis.
El nacimiento de los gemelos fue complicado porque Hera viendo que su esposo le había sido infiel de nuevo, quiso vengarse haciendo que la Tierra le prometiese que Latona no podría dar a luz en ningún lugar alumbrado por el Sol.
Latona, a punto de parir, caminaba de un lugar a otro buscando un sitio donde dar a luz.
Poseidón se apiadó de ella y la llevó a una isla, allí levantó una ola gigantesca que cubrió toda la isla con una bóveda de agua, ocultándola de la luz del sol y Latona pudo alumbrar a sus hijos.
Como agradecimiento aquella isla quedó fijada al fondo del mar, fue muy fértil y se llamó Delos, por haber sido la cuna de Apolo, el dios de la luz.
Los dioses hicieron varios regalos al pequeño dios, pero el que más agradeció Apolo fue el arco y las flechas que le fabricó Hefesto, porque serían su atributo más característico, como lo fueron también de su hermana Artemis.
Con su arco y sus flechas, marchó Apolo a buscar un lugar donde se le rindiera culto. Llegó a una isla donde se alzaba el monte Parnaso, se quedó allí y construyó un altar. Pero le faltaban hombres, viendo que pasaba por allí un barco de marineros crestenses, se convirtió en delfín, los guió a la costa y los convirtió en sus sacerdotes. La isla se llamó Delfos.
Apolo con su barco y sus flechas divinas dio muerte a una gran serpiente llamada Pitón, que aterrorizaba a los habitantes. Para celebrarlo se consagró a Apolo un oráculo (lugar donde se adivinaba el futuro), que acabaría siendo el Oráculo de Delfos.
Con la piel de la serpiente, A polo hizo una siento en el que se sentarían las sacerdotisas (Pitonisas) en honor de la serpiente. Apolo se convirtió en el dios de los oráculos.
Se le conoce por su condición de dios de la música. Acompañado siempre por las Musas.